En esta novela de terror un documentalista inglés venido a menos, llamado Kyle, es contratado por un productor para rodar una película sobre los hechos paranormales alrededor de una secta criminal. Al principio Kyle se resiste, pero la paga es buena, el plan de rodaje y la producción están hechos, sólo necesita convencer a su fiel compañero Dan. Cuando lo logra, ambos empiezan el rodaje con una de las sobrevivientes en un complejo de apartamentos... pero algo despierta entre la oscuridad de sus paredes.

Con esta obra, Adam Nevill, resignifica el miedo a la oscuridad usando como base las famosas sectas de los años setenta; La Familia de Charles Manson y Jonestown, en Guyana, que terminó con la vida de novecientas veintitrés personas. 

A pesar de que me mantuvo expectante hasta el final, en el medio, la narración se me hizo bastante pesada por la abundancia de descripciones y, llegando al clímax abusa de los diálogos explicativos. El recurso del villano está bastante gastado en este subgénero, pero funciona. Tiene algunos momentos de mucha tensión y genera expectativa sobre el misterio. 

Creo que en las manos correctas podría convertirse en una buena película con la técnica de falso documental, porque tiene algo de esa mística que se emplea en este tipo de films. 

Si buscan un terror infernal, paranormal, con violencia gráfica y rituales diabólicos, este libro puede ser una opción.