"Un artefacto histórico transformado en talismán. Tal vez los objetos no sólo guardaban recuerdos, sino también rastros de las personas que los habían tocado, como hilos que los conectaban con ellos."
Novela de misterio paranormal que sigue a Helen y a Nate; una pareja citadina que compra un terreno al lado de un pantano, en donde décadas atrás colgaron a una mujer acusada de bruja. La que no está contenta con sus nuevos vecinos es Olive, de catorce años, que busca el tesoro de la bruja enterrado en algún lugar cercano. Olive cree que si lo encuentra su madre abandonica regresará al hogar, pero no todo es lo que parece.
Nate es fanático de la fauna y se obsesiona con la aparición de una cierva blanca. Helen es profesora de historia y se fascina con la historia de la bruja Hattie, al punto de empezar a comunicarse con ella. Ambos construyen su propia casa al mismo tiempo que reciben advertencias por parte de los lugareños que no los miran con buenos ojos.
La invitada me mantuvo expectante de principio a fin. El desarrollo de personajes y sus motivaciones personales están bien marcadas y dentro de lo fantástico, la trama y su desenlace son coherentes (y soprendentes) Tanto la temática de brujería como la de casa embrujada, tienen un giro original que la hacen destacar sobre otras obras similares. No quiero contar mucho para no arruinarles la sorpresa.
La obsesión es el hilo conductor, el motor que lleva a las personas a hacer lo que hacen y...a veces...no hay escapatoria.
Creo que es una opción ideal para la temporada de octubre en donde se suele dar lugar a las lecturas tenebrosas.
Es el primer libro de la autora en ser traducido al castellano y se puede conseguir tanto en digital como en papel.