"Pasan cosas en la «Posada de Jamaica» de las cuales yo nunca me he atrevido a hablar. Cosas malas, cosas diabólicas, que jamás te las podré decir; yo misma no puedo creerlas."
Mary Yellan le promete a su madre antes de morir que buscará a su tía Clemence y vivirá con ella, su único familiar vivo. Así lo hace, solo para enterarse personalmente que la maravillosa vida Clemence es en realidad una fantasía que escribía a través de la correspondencia con su hermana. Clemence está casada con un delincuente, Joss Meryl, un contrabandista machista y violento que la desprecia y que genera en Mary un rechazo inmediato.
Mary no quiere abandonar a su tía así que decide aguantar lo más que pueda... pero ¿Cuánto es mucho tiempo?
"Aquí estaba ella, una muchacha de veintitrés años, vestida con una falda y un chal, sin más armas que su inteligencia, para enfrentarse con un hombre que le doblaba la edad, y ocho veces más fuerte que ella, quien si se enteraba de que había presenciado la escena de aquella noche desde su ventana, la agarraría por el cuello y, con una ligera presión de sus dedos, pondría fin a todas sus preguntas."
La posada de Jamaica es una novela publicada originalmente en el año 1936 y escrita por Daphne Du Maurier, autora de Los pájaros y Rebeca, dos obras que han sido adaptadas varias veces, siendo las más famosas las películas hechas por Alfred Hitchcock.
Es un drama oscuro que por momentos me pareció cercano a la literatura gótica por las descripciones acerca de la posada y los marjales que la rodean. El miedo de la protagonista que teme por su tía y después por su vida, la atracción que siente por el hermano del antagonista, Jem Meryl, me recordaron todo el tiempo a este subgénero literario. Quizás la diferencia reside en que Mary es una joven muy valiente que enfrenta a su tío y que se da cuenta del machismo que impera en el mundo que vive. No es inocente aunque tiene capacidad de asombro. Para mí es el fuerte del libro, ella y sus desventuras.
La novela está escrita en tercera persona y dividida en 17 capítulos.
Desde lo personal, la lectura se me hizo algo pesada por las explicaciones redundantes. Lo mismo con los diálogos. En muchos casos la protagonista vuelve a explicar lo que vio, lo que sintió cuando, como lectores, la acompañamos en el trayecto. También me chocó un poco el final, pero para gustos los colores. No ahondaré en spoilers.
En líneas generales esperaba más. Me resultó algo sosa. Me costó involucrarme y llegar hasta el final. Aún así, más allá de mi experiencia personal, Daphne Du Maurier es una escritora para conocer.