"Pienso que las cosas suceden siempre en el mismo orden, incluso las más insólitas, y lo pienso como si lo hiciera en voz alta, de un modo ordenado que requiere la búsqueda de cada palabra."
"Cuando le pido algo a Dios pido así: Dios, vos hacé lo mejor que puedas. De verdad, no pido nada puntual. De tanto escuchar a la gente aprendí que no siempre piden lo que es mejor para ellos."
Es la primera vez que leo a esta autora argentina tan premiada y reconocida. Puedo entender la fascinación que genera su manera de escribir.
En está antología la locura es el común denominador que se despliega dentro de escenarios domésticos. Cada cuento presenta un delirio diferente. Desde personas que entierran objetos en su jardín hasta personas que esperan la muerte haciendo listas y ordenando objetos en cajas. El estilo intimista de Schweblin nos mete bien adentro de estas casas, como si fuésemos más que meros espectadores. El título alude a la ausencia; en muchas de estas ficciones, el duelo está presente. Hay algo de ese proceso que está en marcha, a veces entre líneas.
Son cuentos para leer y releer, como si tuviera que procesarlos. En pocas oraciones, dice mucho. Y muestra poco.
No es literatura de terror como leí en varias reseñas, pero sí tiene que ver con el miedo y la desesperación de estas personas que no saben hacia dónde se dirigen. Están perdidos.
Es un libro corto y complejo. Recomiendo que se sumerjan en la lectura sin prejuicios ni preconceptos. Solo déjense llevar por los delirios de quienes habitan esas siete casas vacías.
- Nada de todo esto: Madre e hija contemplan las casonas de un barrio residencial.
- Mis padres y mis hijos: Un hombre y su ex esposa discuten acerca del errático comportamiento de los padres de él.
- Pasa siempre en esta casa: Una mujer lava los platos mientras es sorprendida por su vecino Weimer.
- La respiración cavernaria: Sigue las rutinas de una mujer de la tercera edad que se prepara para morir en medio de una confusión mental.
- Cuarenta centímetros cuadrados: Una mujer sale a comprar aspirinas para su suegra.
- Un hombre sin suerte: Una familia corre hacía el hospital más cercano luego de que su hija de tres años bebiera una taza de lavandina.
- Salir: Una mujer sale a caminar en bata por las calles de la ciudad de Buenos Aires.