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Rabia


"Gracias por tratarme como a un ser humano aunque haya tenido que enfurecerle para conseguirlo."

 

"Existe un Mr. Hyde para cada feliz rostro de Doctor Jekyll, una cara oscura al otro lado del espejo."

 


Título: Rabia

Autor: Richard Bachman (Stephen King)

Editorial Plaza Janes

Cantidad de páginas: 277

 

Charles Decker es un adolescente de 18 años que sufre de esquizofrenia, al que quieren internar en un correccional por agredir a un profesor con una llave inglesa, provocándole un grave traumatismo craneal. Pistola en mano, y para que no lo encierren, secuestra a su clase toda una mañana. Para que la situación sea más llevadera Charles les cuenta parte de su infancia y su adolescencia; mientras, el ambiente empieza a caldearse entre los alumnos, y pronto comienzan a atacarse verbal y físicamente, contagiados de la demencia de Charles.

 


La primera vez que leí Rabia tenía dieciséis años por lo que me impactó profundamente. Hice una relectura actual a mis treinta y siete y tuve una experiencia lectora muy distinta.

Durante años Rabia fue mi libro favorito, supongo que formó parte de mi adolescencia y en ese momento significó mucho para mí ya que el protagonista exterioriza su ira contra un sistema educativo y social que considera injusto. Si bien, hoy como adulta sigo considerando que la estructura social es desigual, el funcionamiento de mi mente cambió y hoy pongo la atención en otros detalles que en ese entonces pasaron de largo.

No quiero hacer un juicio moral con respecto a esta historia porque ya habrán leído en alguna red social, que el propio autor ordenó sacarlo de circulación tras los acontecimientos que tuvieron lugar en una escuela de Columbine; en donde dos adolescentes armados asesinaron a varios compañeros para luego suicidarse en la biblioteca del lugar.

Esto guarda un paralelismo con la historia de Rabia. Supongo que no es lo mismo un libro de vampiros o sobre un hotel embrujado que una ficción que se hace realidad causando gran dolor y consternación a una sociedad entera. En Argentina también tuvimos un episodio muy parecido ocurrido en Carmen de Patagones. No fue la influencia del libro lo que indujo a estos adolescentes varones a disparar a quemarropa contra sus compañeros.

 

Rabia está escrita en primera persona a través de Charles Decker, un joven de dieciséis años con problemas mentales que un día toma la pistola de su padre y la lleva al colegio. Después de tener un encontronazo con el director de la institución, enojado, Charles se dirige a las taquillas de los estudiantes en donde rompe algunos de sus libros y los prende fuego. Luego entra en el aula 16, le dispara en la cabeza a la profesora de álgebra y cierra la puerta tras de sí.

 

 

 

Cargada de un humor socarrón e irreverente, Charles deja entrever en su relato que sufre episodios en donde se desconecta de la realidad y pierde el control sobre sus actos que son fuertemente violentos.

 

"Bajé por la escalera silbando; me sentía muy bien. A veces las cosas suceden así. Cuando todo va mal, tu mente arroja todo a la papelera y se marcha un rato a Florida."

 

Lo trágico de este libro no son los crímenes del adolescente en sí, sino cómo éste incita a la violencia a sus compañeros rehenes. Se van gestando en el aula 16 situaciones de acoso, de crisis y de brotes entre los jóvenes que sacan lo peor de sí mismos. Desde traumas reprimidos hasta pujas entre ellos. La cordura es echada hábilmente del lugar por una mente trastornada, cargada de rabia y con ganas de destruir todo a su alrededor. 

 

Como adulta entiendo como la novela logra captar la atención de una mente vulnerable, joven y frágil. También entiendo que Stephen King se sintiera responsable ya que según se dijo en su momento, los asesinos de Columbine tenían un ejemplar de este libro en uno de sus lockers.

Más allá de los rumores, lo cierto es que el libro hoy se encuentra descatalogado y los vivos de siempre lo venden usado o pirateado a precios desorbitantes. 

Es una novela con muchos diálogos que seria una buena experiencia teatral si fuese adaptada.

Con una carga emocional pesada, puede desilusionar a quienes estén acostumbrados a otro estilo de King. 

Desde lo personal me sigue pareciendo escalofriante por la locura colectiva que desata y porque apela al lado oscuro del ser humano.