Lote 249 es un cuento del escritor británico Arthur Conan Doyle famoso por crear al detective Sherlock Homes. Esta historia transcurre en el campus de la universidad de Oxford en la primavera de 1884, en la que las rivalidades entre compañeros masculinos dan pase al terror que habita el lote 249 traído desde Egipto.

Abercrombie Smith, Edward Bellingham y William Monklouse son los protagonistas masculinos que por ciertas disputas se enfrentan entre sí en los pasillos del lugar que les proporciona la universidad a los estudiantes que residen allí en época escolar. 

Arthur Conan Doyle se toma su tiempo para introducirnos en la rutina de los estudiantes, incluyendo el momento en donde fuman sus pipas frente a la chimenea platicando sobre esto y aquello. Así es como nos enteramos de que a Smith le desagrada Bellingham comenzando a perfilarse como el posible antagonista. Cuando otro estudiante lo encuentra enfermo, Smith conoce el dormitorio que luce lleno de documentos, artefactos y otros dispositivos incluyendo el misterioso Lote 249, más parecido a un museo que a la decoración de cuarto de estudiante. 

El misterio se teje a fuego lento a través de conversaciones y algunos sustos de terceros que se suceden en los pasillos del campus cuando una figura extraña se les cruza a los transeúntes. 

Es un cuento que mezcla el misterio y el terror de una manera armónica.

En lo personal me hubiera gustado que fuese más corto, creo que algunas situaciones pasan muy desapercibidas y la historia se vuelve predecible y redundante. Aún así es una forma de acercarse a la obra de este reconocido escritor. 

El autor de la famosa novela Psicosis, Robert Bloch, escribió este relato breve sobre momias malditas y arqueólogos codiciosos. 

Impecable cuento de terror en donde el antiguo culto al dios egipcio Sobek es el plato fuerte. La codicia lleva a dos eruditos a una tumba desconocida para hacerse con el tesoro, pero encontrarán algo realmente escalofriante. 

Soy de las que cree que el terror funciona mucho mejor cuando es breve. Siempre son las historias cortas quienes me producen más emoción, miedo o desazón que las novelas largas en donde se hace más difícil que perdure el miedo. 

Los ojos de la momia ha logrado ponerme los pelos de punta e invito a las personas lectoras a darle una oportunidad ya que no abundan los cuentos con esta temática. 

Encuentran esta historia para leer online, en versión audiolibro en Youtube, en la edición de Valdemar titulada "El que abre el camino" o en un compilado que realizó Bill Pronzini titulado "¡Momias!"