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Cometierra


Esta novela está sacudiendo las redes sociales y ya fue traducida a varios idiomas. Es la primera publicada de Dolores Reyes, quien ademas es activista feminista de izquierda. 

Cometierra es la historia de una joven de clase social baja que vive en el barrio de Pablo Podesta en Buenos Aires, con una habilidad muy particular que se le despierta en el entierro de su madre. Sin cajón, sin lapida, solo el cuerpo envuelto en telas dentro de un pozo, despide a su mamá en un precario cementerio. Pero algo le urge; comer tierra. Eso hace y las visiones aparecen solas. Su padre la mató a los golpes y se dio a la fuga.

Más tarde desaparece su seño Ana y de nuevo le urge comer tierra, pero no cualquiera, sino la misma que la docente pisaba cada día cuando los cuidaba en el recreo. 

Visiones macabras del cuerpo de la señorita Ana son plasmadas por la joven en papel, vistas por la directora del colegio y allí comienza todo. No se puede despegar del apodo ni del miedo que despierta en los vecinos. Cometierra se encierra en su casa, con sus mates y sus plantas y no quiere salir. El mundo es un lugar violento y peligroso.

 

La novela está escrita en primera persona en lenguaje coloquial, lo que dificulta por momentos permanecer dentro de la historia. Son modismos de barrio típicos de la Argentina actual del conurbano. Una vez que nos acostumbramos a esto todo se vuelve demasiado real, triste y desgarrador.

Para aquellos que son ajenos a esta jerga quizás deban tener un dispositivo con Internet cerca para no perderse con palabras como yuta (policía) o pija (pene) entre otros.

Esto lo aclaro porque conlleva a un contexto que tiene que ver con los prejuicios sociales, la desigualdad de los barrios más precarios, las condiciones en las que viven, sus expectativas de vida (a Cometierra no le importa trabajar o estudiar, no tiene aspiraciones más que jugar a la Playstation) 

Los casos, si se los puede llamar así, en los que ella colabora gracias a su habilidad para resolver, no trascienden, son una sucesión de anécdotas que pasan una detrás de otra en las que la indiferencia se hace moneda corriente. Femicidios, trata de blancas, violencia sin razón. 

Incluso hay un capítulo en donde esto queda expuesto cuando un perro es arrollado por el tren, en el que su dueño le llora y ella pasa por el costado diciéndole que ya no importa, que ya esta muerto. Ella también se vuelve indiferente ante el dolor, ante la injusticia, ante la violencia. Es una cuestión de supervivencia si no el dolor la consume. 

El corazón de Cometierra sin dudas, es el vínculo que tiene con su hermano El Walter, quien la acompaña a su manera, como puede y la cuida. Sin padres, sin adultos, sin ningún tipo de contención, solo se tienen el uno al otro.

 

La tierra que ella come también funciona como metáfora para hablar de los cuerpos que encuentra tirados, ya sea porque han sido victimas brutales de algún criminal o porque sencillamente fueron accidentes mortales.

Tragar también esta asociado a dejar pasar, a aguantar, a tolerar todo tipo de situaciones que nos van aplastando, que nos van aislando, que nos descalifican y nos hacen sentir menos. En este sentido podemos ver como va evolucionando con el correr del tiempo el personaje de la protagonista hasta el punto de que ¿quiere seguir tragando tierra? 

 

Una novela distinta, penetrante, que nos mira de frente y nos muestra los privilegios que tenemos, por ejemplo el acceso a los libros. Cometierra es un libro para valientes, para aquellos que quieren dejar de mirar para otro lado.

 


Bio de la autora

 

Dolores Reyes nació en Buenos Aires en 1978. Es docente, feminista, activista de izquierda y madre de siete hijos.

Estudió letras clásicas en la Universidad de Buenos Aires.

En la actualidad, vive en Caseros, pcia. de Buenos Aires.

Cometierra es su primera novela publicada.