"No os fíes de aquel que nazca con la marca, pues llegará el día en que el mal que anida en su alma despierte."
Esta novela de terror escrita por el español Víctor Conde es de las mejores que he leído con temática licantropa. Ha hecho una profunda investigación con respecto a los diversos mitos que han recorrido el continente europeo sumido en una época en donde la superstición y el miedo a Dios eran moneda corriente.
Sinopsis: Escocia, 1826. La isla de Rhum está siendo desalojada con el fin de dedicarla a la cría de ganado. Sin embargo, un erudito en los misterios de la ciencia llega para ocupar la única casa que hay en la isla, una mansión de rotundos muros, acompañado por su hija adolescente y su hijo pequeño, que padece una terrible enfermedad. Pero la presencia de los extranjeros parece haber despertado algo en la isla, algo antiguo y malvado que hasta entonces vivía sólo en las leyendas locales. La hija mayor, Sabine, deberá dejar atrás sus sueños de adolescente para enfrentarse a un mundo lleno de sombras y peligros, si quiere salvar su propia vida y la de su hermano...
El libro está dividido en tres partes que narran por un lado dos cuentos de hadas en los que la licántropia es el hilo conductor, y por el otro la trama principal que sigue a la familia protagonista francesa mudándose a la isla en Escocia, con la excusa de que el patriarca necesita determinadas plantas que solo crecen allí para la cura de la enfermedad deforme que aqueja a su segundo hijo Issaiah.
El padre, un hombre de ciencia que atesora sus libros de forma algo exagerada, choca a menudo con la Iglesia cristiana y sus líderes. De ideas transgresoras para esa época le ha dado a su hija Sabine, la posibilidad de educarse, algo que no era normal para las mujeres de aquellos tiempos.
La tragedia los golpea cuando la isla es víctima del ataque de una bestia que deja en evidencia las prácticas poco ortodoxas del patriarca.
Admiro la prosa del escritor que nos cultiva tanto en prácticas de la época, como en los mitos de la licántropia, mencionando libros herejes como el Organon Maleficarum o El martillo de las brujas, empleados como excusas por la Santa Inquisición. Esta novela tiene una parte histórica que resulta envolvente y atractiva a pesar de ser ficción de terror, sin escatimar en momentos sangrientos pero manteniendo el misterio y el suspenso hasta el final. Los personajes evolucionan a través de las tragedias vividas y podemos acompañarlos, sobretodo a Sabine, con quien he logrado empatizar desde el primer momento. Una mujer adelantada a su tiempo, inteligente y valiente.
Algunas premisas que encierra Hija de lobos tienen que ver con los prejuicios sociales producto de la ignorancia y la manipulación del poder reinante. También toca en un nivel menor, la voracidad del hombre para con la naturaleza y la desconexión de la Madre Tierra, tópicos que siguen muy vigentes en la actualidad y que cobrarán relevancia en un futuro cercano.
Poniéndonos a los lectores de un lado y del otro, generando ambigüedad y reflexiones que nos acompañarán tiempo después de devorar la novela. Hija de lobos es recomendada para lectores valientes, ávidos de explorar misterios ancestrales que no teman cuestionar nuestros hábitos y creencias arraigadas.
"Desde el momento en que Tinker admitía que acudiendo a magias extrañas podíamos caer presa de su influjo, estaba concediendo verosimilitud a esas magias. Es decir, que los prodigios ya no sólo podía hacerlos nuestro Dios Padre. Y si había poder fuera del Cristianismo, es qué está no era la única religión verdadera."
Bio del autor
Víctor Conde (Santa Cruz de Tenerife, 1973) es el seudónimo del escritor español Alfredo Moreno Santana, autor de obras de ciencia ficción, terror y fantasía.
Ha sido galardonado con diversos premios, entre los que se encuentran el prestigioso Premio Minotauro o el premio Ignotus, ambos por su novela Crónicas del multiverso, y también el Premio Kelvin del festival Celsius 232 de Avilés por su novela Las Puertas del Infinito.
Fue miembro de la Asociación Española de Escritores de Terror, denominada Nocte.