"Escribo esto bajo una fuerte tensión mental, ya que cuando llegue la noche habré dejado de existir. Sin dinero, y agotada mi provisión de droga, que es lo único que me hace tolerable la vida, no puedo seguir soportando más esta tortura; me arrojaré desde esta ventana de la buhardilla a la sórdida calle de abajo. Pese a mi esclavitud a la morfina, no me considero un débil ni un degenerado. Cuando hayan leído estas páginas atropelladamente garabateadas, quizá se hagan idea (aunque no completa) de por qué debo buscar el olvido o la muerte."
Cuando se habla de terror se suele mencionar al escritor Howard Phillipe Lovecraft, es casi imposible que alguien adepto a la oscuridad no haya leído alguna de sus historias. Raro pero no imposible.
Mi recomendación es un cuento que me gusta mucho, que he leído en varias oportunidades y que siempre vuelvo a él si lo cruzo en algún sitio web o antología.
Dagon remite al horror cósmico, tan mencionado junto al apellido de este autor, donde se fomenta su obra que ha influenciado a muchos escritores que continúan su dinastía a través del tiempo.
En esta historia, un hombre atormentado por la visión de un dios mítico de origen incierto, nos contagia el terror que ha sentido al presenciar tamaña criatura y caer en la cuenta que los seres humanos somos insignificantes en este vasto universo.
Corto pero preciso, la prosa del escritor nos lleva a experimentar las mismas emociones perturbadas que el protagonista.
Hay toda una mitología detrás de Dagon que en este cuento particular no explora, pero sí es un puntapié para adentrarse en la imaginación de Lovecraft.
Si aún no han experimentado los horrores cósmicos, recomiendo comenzar por aquí.