El primer capítulo de La secta sin nombre me puso los pelos de punta, el gran problema es que poco o nada tiene que ver con la historia que se cuenta después. El terror de ese primer capítulo que podía haber sido un cuento tranquilamente, no vuelve a generarse en el resto de la novela. Quizás me pareció muy predecible de entrada y la amenaza nunca me resultó tal a excepción de esas primeras páginas. La idea de una secta del mal es atractiva por eso compré más no fue suficiente.
Ramsey explica en una de las versiones de este libro (él mismo aclara que incluso llegó a cambiar el capítulo 22) que el terror pasa por ser padre (o madre da igual) Cuando comenzó a escribir esta novela su beba no tenía ni doce meses de vida y en el epílogo cuenta que la edición modificada se vendería cuando ella tuviese trece años, un paralelismo de lo que ocurre con el personaje de Angela en la novela.
La historia se centra en la búsqueda desesperada de Barbara por rescatar a su hija a quien creía muerta años atrás, de las garras de una secta anónima. La protagonista se culpa de no haber sido una madre más atenta, de haber sido ambiciosa con su carrera como agente literaria. Muchas mujeres tienen este estigma y me pareció acertado que el autor lo traiga a colación a pesar de que la novela no va por allí. Sí creo que tiene que ver con la culpa que siente Barbara de haber seguido adelante con su vida más allá de la tragedia. Cuando la policía le informa que el cuerpo de su hija fue encontrado, Barbara en el proceso de duelo se muda de ciudad, obtiene una oficina propia y descubre varios talentos que la consagran al éxito material en su carrera. Cuando tiempo después la llama por teléfono quien dice ser su hija para pedirle ayuda, Barbara comienza a transitar un camino peligroso en el que las viejas heridas vuelven a sangrar.
Sin dudas hubieron algunos capítulos que me mantuvieron en vilo como cuando la periodista Gerry, contratada por Barbara, logra infiltrarse en la secta. Pero evaluando la sensación que me ha dejado la obra en general, no fue muy positiva. Nada que ver con Ultratumba también de Campbell.
No tengo mucho más para agregar, espero que cada lector tenga criterio propio y si les interesa le den una oportunidad.
Sinopsis: Bárbara ha sufrido dos golpes duros en la vida: su marido murió de un infarto cuando ella estaba embarazada y su pequeña hija Ángela fue raptada y asesinada cuando sólo tenía cuatro años de edad. El cadáver de la niña apareció destrozado y la identificación, por medio de las ropas, fue incierta. Poco a poco, Bárbara consigue superar su dolor y en la actualidad es una brillante agente literaria, vive sola y mantiene una apacible relación sentimental con un editor. Hasta que un día una llamada telefónica vuelve a alterar su existencia. En la distancia una voz asegura ser Ángela, y esa misma voz dice: “¡Mamá, te necesito!”. A partir de ese momento se suceden una serie de hechos misteriosos, como si alguien dejara pistas perversas para inducirla a creer que su hija todavía sigue viva. La voz la cita en una casa deshabitada en la que, hasta hacía poco, se alojaba una secta “sin nombre”, conocida porque practicaba cultos satánicos y cuyos crímenes recordaban a los de la tristemente famosa familia Manson.