"El caos corrió dentro de su cerebro. En consecuencia, por un instante, recordó la primera advertencia de su enfermedad, incluso antes del disgusto por la carne cocida: la aversión, la alergia a los tenedores y cucharas de plata. Pronto se había extendido a otros objetos del mismo metal. Se había encogido incluso ante el roce de una simple moneda, se había visto obligado a usar papel y a rechazar el cambio. El acero también era una sustancia hostil para seres como él; aunque eventualmente llegó a soportarlo."
Esta historia tiene todos los ingredientes que considero valiosos a la hora de leer un cuento: es descriptivo en su justa medida, un personaje central con motivaciones claras, acciones concretas y un final inesperado que replantea todo lo anteriormente expuesto. De los mejores relatos de licántropos que he leído hasta la fecha.
Publicado en 1954 en The magazine of fantasy and science fiction, fue escrito por Clark Ashton Smith que combina de forma original el terror y la ciencia ficción.
Les resumo vagamente el argumento para no estropear la sorpresa: un muchacho se transforma en hombre lobo en la oscuridad del bosque mientras aguarda con hambre a una potencial presa.