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El cuerpo de la casa


"Cindy consideraba que las casas eran el tronco del árbol, y las personas las hojas que brotan de ellos hasta que el barrio está abarrotado. Entonces las hojas envejecen y caen, el barrio se deteriora, pero el tronco permanece, hasta que otra generación pueda crecer y desarrollarse."


 

Tengo sentimientos encontrados con está novela. Tiene puntos muy positivos y otros negativos que apuntan a las ideologías del autor Orson Scott Card.

Voy a empezar por lo peor para cerrar de forma decente y que sean los lectores quienes decidan darle una oportunidad o no.

Tarde me enteré, cuando ya tenía el libro entre mis manos y lo había pagado que Orson Scott Card es homófobo declarado y militante contra los derechos de la comunidad LGTBIQ+.  Si bien esto pasa desapercibido en está novela, sí se nota como trata de imponer sus ideas heteronormativas haciendo que el protagonista masculino; Don Lark, todo el tiempo este repitiendo que las mujeres están locas pero que ha pesar de eso, debe protegerlas y proveerles dado que el es el hombre y eso es lo que define a un hombre. A todo esto la novela tiene como premisa la idea del hogar y lo que esto implica: calor, afecto, alegría. Si habría que resumirlo en una pregunta sería ¿qué convierte a una casa en un hogar? Por eso es que me hizo tanto ruido que saliera con esa bajada de línea que no viene al caso, es algo que no necesariamente va con la historia que decidió contar.

 

Don Lark es un hombre adulto que lidia con la trágica muerte de su hija de 4 años, tras perder la custodia frente a su esposa con problemas de adicción, comprando casas para remodelar y luego vender por más. 

Cuando ve la vieja casona Bellamy queda maravillado ante el potencial de la misma. Es entonces cuando entra en juego el personaje de Cindy, vendedora de la inmobiliaria del pueblo; un personaje seguro de sí mismo que me compró desde los primeros diálogos, en donde queda claro que es feminista ¿Todo para qué? Para destrozarlo unas páginas más tarde mostrando lo pésima madre que fue, al querer casi ahogar a su bebé. Hasta ahí me molestó pero pensé que el autor tenía sus razones y que ese personaje sería una parte importante más adelante. Bueno no lo es. Parece más un capricho de mostrarla como un monstruo, porque carece de sentido en la totalidad del relato. Claro, cuando hice estas conjeturas desconocía las ideologías del escritor. Ahora todo cierra, sólo que sigue siendo absurdo dentro de la historia. 

Dejando de lado está subtrama que no lleva a ninguna parte y que ocupa los primeros capítulos del libro, aparece ya dentro de la casa una mujer okupa llamada Sylvie. Ella también carga con un pasado oscuro del que no quiere hablar. A Don Lark le da pena echarla a la calle por lo que la deja quedarse en la casa mientras él empieza la remodelación. A todo esto, tiene que lidiar con sus vecinas Miss Judea y Miss Evelyn, dos señoras de la tercera edad que se muestran muy amables con él, pero que le piden encarecidamente que derribe la casa. Estos personajes son los que le dan al relato el toque místico porque también está Miss Gladys, una tercera señora que vive en la primera planta pero que no se muestra hasta más avanzada la novela. Son las clásicas advertencias de que la casa tiene "algo malo". Creo que es lo realmente me enganchó leyendo hasta el final. El misterio que encierra el lugar.

El problema es que para llegar a saber más hay que comerse la historia entre Don Lark y Cindy, luego Don Lark y Sylvie por lo que Orson da muchas vueltas hasta llegar a la parte que sí me gustó que tiene que ver con el pasado de la casa Bellamy. 

 

¿Le sobran páginas? Sí.

Es como si fuesen dos novelas distintas: la primera parte es un drama de telenovela y la segunda es un libro de terror. La falla es que la transición de un subgénero al otro no es armónica. 

Claro, como la segunda parte me gustó me quedé con lo mejor pero no debo olvidar mencionar todo lo acaecido desde el inicio. Así como tampoco puedo ignorar la fuerte influencia de Shirley Jackson y su célebre 'La maldición de Hill House' sobretodo en la segunda mitad. Hay mucho de está novela en El cuerpo de la casa

Nota aparte para la edición de Alamut: le falta corrección. Repiten oraciones enteras, errores de tipeo incluso hay fallas en la traducción. 

Para finalizar dejo al criterio de cada lector darle una oportunidad a este libro.