Tras el éxito de su primera novela Entrevista con el vampiro, la escritora oriunda de New Orleans Anne Rice, decidió centrar su segunda biografía vampira en el antagonista de la anterior: Lestat de Lioncourt. Así es como la narración arranca en 1984, con un Lestat cansado de vagar por las sombras dejándose hipnotizar por el rock de dicha de década y presentándose como vampiro frente a los ojos mortales de una banda de músicos, que no parecen sorprenderse mucho. Cuando Lestat se entera de la biografía de Louis, antiguo amante y compañero, voz cantante de Entrevista con el vampiro, quiere remediar su imagen frívola y patética contando su propia historia.

 

La enriquecida prosa de Rice no deja caer nunca el interés ni el atractivo a pesar de que la novela no tiene la división clásica de introducción, nudo y desenlace, si no que funciona como una verdadera biografía que abarca doscientos años del vampiro Lestat, atravesando diversos escenarios en los que personajes variopintos, entran y salen de escena.

El protagonista puede resultar petulante y arrogante, de hecho en algún punto lo es pero genera una hipnosis instantánea con el lector; ser vampiro se convierte así en una experiencia atractiva que genera una adrenalina deliciosa. Atrás quedaron los virus y los monstruos sanguinarios, acá los vampiros son seres hermosamente oscuros, perversos, crueles así como también sensibles y eróticos. Anne Rice destruye el mito del vampiro que incluye crucifijos y ajos y construye el propio a su imagen y semejanza. 

En esta novela continúan los romances queer, aunque ya no desde la familia como en el libro anterior pero sí desde la comunidad, como es el caso del grupo de vampiros comandados por Armand, ya mencionados en Entrevista con el vampiro.

Gabrielle, la madre biológica de Lestat es un punto interesante para analizar, ya que ella se ve muy reflejada en el carácter de su hijo, tan osado y rebelde, le confiesa que por ser mujer no tuvo otra opción que cumplir con el rol de esposa y madre pero que de poder haber elegido, su espíritu salvaje la hubiera llevado a recorrer el mundo. Así es como alienta a Lestat a huir con su amigovio a Paris en donde sucede la conversión. Más adelante, sin mencionar detalles ni como transcurren los acontecimientos, Lestat se convierte en amante de su propia madre, algo que me impactó mucho.

 

Rice tiene tendencia a darle mucha importancia a la transgresión en más de un sentido: filosófica, moral, religiosa. Creo que fue un gran acierto el colocar personajes gays o bisexuales como protagonistas alejándose de las relaciones heteronormativas, pero tiene esto que me genera rechazo. Que haya querido poner a una mujer oprimida encontrando su poder al transformarse en vampiro me parece un gran acierto y lo comparto, pero no era necesario que mantenga un vínculo tan intimo con su hijo.

 

Puntos positivos:

* Sentó precedentes transformando el mito del vampiro.

* La prosa es rica y atractiva incluso en esos momentos donde no parece pasar nada.

* Los personajes son oscuros y atractivos, nada predecibles.

* Todas las relaciones son intensas.

* Personajes LGTB como protagonistas, muy alejados de los estereotipos. 

 

Puntos negativos:

* Se hace repetitiva en ciertos pasajes, en especial si leíste primero Entrevista con un vampiro.

* La relación entre Gabrielle y Lestat es too much. 

* La cantidad de violaciones y abusos sexuales que sufren los personajes lucen eróticas y atractivas, resultando peligroso, en especial, en las personas más influenciables. 

 

Cabe destacar en estos últimos puntos que es una obra para adultos, igual yo lo leí por primera vez a mis dulces dieciséis y soñaba despierta con ser un vampiro (por suerte no caí en ninguna secta rara) 

Creo que Lestat es uno de esos personajes que los amas o los odias, no hay grises, es un todo o nada. Genera admiración y repulsión al mismo tiempo. Todo gira en torno a él, no deja a nadie indiferente. 

Lestat el vampiro es un MUST de la literatura gótica. Anne Rice da cátedra.