–Había esperado…-comenzó Frank.
–Sabemos lo que habías esperado - respondió el Cenobita-. Entendemos de cabo a rabo la naturaleza de tu frenesí. Nos es completamente familiar.-
Frank gruñó.
–Entonces -dijo- ya saben lo que he soñado. ¿Pueden proporcionarme ese placer?-
El rostro de la cosa se partió en dos; sus labios se deslizaron hacia atrás, dibujando una sonrisa de mandril.
–No como tú lo entiendes -
Frank se siente hastiado en este mundo, ha probado tantos tipos de placer que ninguno lo satisface ya. Kircher le habló de un artefacto: la caja de Lemarchand, es un puzzle que una vez que logras descifrarlo abre una nueva dimensión a placeres más allá de la imaginación de cualquier hombre. Frank se obsesiona a tal punto que consigue comprarlo en el mercado negro, sigue las instrucciones al pie de la letra, se encierra en la vieja casa de su madre, acumula en una jarra la orina de siete días, pétalos de rosa, animales muertos, ofrendas para las criaturas que habitan esa dimensión desconocida. Esta realmente cansado de este mundo, necesita algo más intenso, algo más fuerte, esta decidido a probar con esto, cueste lo que cueste. Finalmente descifra el puzzle y suenan las campanas, se abre una puerta y con ella, tres seres deformes le preguntan qué es lo que quiere. Frank había imaginado mujeres deseables, hambrientas de erotismo; tiene una concepción de la sexualidad muy explicita, en su mente no cabe otra posibilidad, para él el sexo es solo de una forma.
Que equivocado esta...no se imagina que es lo que viene a continuación. El infierno es un lugar armónico al lado de lo que proveen estos seres, los Cenobitas.
Así empieza El corazón condenado (The Hellbound heart) novela del autor británico Clive Barker, quien, a su vez adaptó al cine en la década de los '80 bajo el titulo Hellraiser, dando inicio a una franquicia numerosa y consolidando así uno de iconos del genero de terror: el cenobita con clavos en la cabeza.
El mismo escritor ha cambiado algunos personajes de su obra pero me voy a centrar solamente en el libro. Meses más tarde de la desaparición de Frank, Rory, su hermano mellizo, se muda a la vieja casa de su madre con su esposa Julia, quien no esta muy convencida de vivir en esa pocilga. Años atrás, antes de casarse, Julia tuvo una aventura con Frank que la dejó muy marcada, todavía el deseo por él arde en su interior y se perturba cada vez que Rory hace algún comentario. Un día, Rory se corta la mano por accidente en el ático, la habitación que Frank había utilizado para el ritual en su encuentro con los Cenobitas, la sangre cae sobre el suelo abriendo el portal, mostrándonos los huesos de un Frank abatido pero dispuesto a hacer lo que sea para volver al mundo. Seduce a Julia convenciéndola de que necesita más sangre para regenerarse y escapar de esa dimensión. La mujer, cegada por su deseo le ayuda trayendo hombres a la casa cuando el marido no esta, dejando que Frank los mate y le saque sus órganos. Clive Barker construye uno de los relatos más originales que el género haya dado utilizando dos temas tabú centrales: la muerte y el sexo.
Lo hace partiendo de una premisa: la sexualidad es siempre vista, siempre narrada a través de los ojos del hombre blanco heterosexual, no hay lugar para el resto. Esta soberbia es la verdadera falla de Frank, él cree que los placeres solo tienen una forma, no admite que hay diversidad por eso se entrega confiado a los Cenobitas, que sonríen con sorna, pues hubieron otros antes que actuaron igual. En un momento el Cenobita líder, el de la cabeza llena de clavos dice: "Ángeles para algunos, demonios para otros" ¿Quién decide qué es aceptable o no cuando se trata de placer? Mientras sean adultos responsables y sea consensuado. Los Cenobitas nunca presionan a Frank, ni a nadie, ellos solo vienen cuando los llaman, así que no podemos decir que son perversos, pues desde su lugar, solo dan a quien lo pide, ofrecen otro tipo de placer.
Muchos años más tarde de la publicación del libro, Barker se declaró abiertamente homosexual, dijo haberse inspirado en los clubes sadomasoquistas de San Francisco para recrear la estética. Se puede asociar también que El corazón condenado no solo expresa de manera metafórica la aceptación de otras sexualidades como el movimiento LGTB plantea (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales) sino también la práctica sexual no convencional como por ejemplo el BDSM (conjunto de prácticas sexuales alternativas, las siglas son una fusión entre: bondage, dominación y sumisión, sadismo y masoquismo) que sigue siendo mal visto en general.
El otro condimento con el que juega Barker es la formación de dos triángulos amorosos heterosexuales, uno de ellos eliminado de la versión cinematográfica, aunque en lo personal creo que hubiera sumado a la película: como ya describí Julia esta casada con Rory pero desea a Frank y Rory es deseado por Kirsty, amiga y vecina que los ayuda con la mudanza. Este personaje femenino termina por convertirse en protagonista a partir de la mitad del libro, no les cuento tanto para no revelar los giros de la historia, pero nos da una visión muy distinta de Rory, lo cual hace que los cuatro personajes se vuelvan atractivos.
Sí se atreven a abrir la caja de Lemarchand, los espera una historia original que explora los recovecos de la sexualidad y el deseo humano, no se queden fuera, sus sentidos se lo van a agradecer.